Los precios que pagaron los productores en Estados Unidos experimentaron el mayor aumento registrado en el mes de marzo desde 2010, superando las proyecciones y sugiriendo que la presión inflacionaria proveniente de las materias primas está en un momento que podría amenazar con llegar a los consumidores estadounidenses.
El índice de precios aumentó 11,2% en comparación con el mes de marzo del 2021 y 1,4% respecto al mes de febrero, según datos del Departamento del Trabajo. El incremento se mostró en todas las categorías.
Los datos muestran que las presiones en el primer mes de la guerra elevaron los costos de la energía, alimentos y metales. Además, los obstáculos dentro del transporte y escasez de mano de obra complican a los fabricantes y productores que intentan equilibrar la oferta con una demanda constante.
Consumidor en riesgo permanente
El riesgo por el aumento en los costos de los insumos probablemente se trasladará parcialmente a los consumidores a medida que las empresas protegerán sus márgenes. Un reporte mostró que los precios en marzo tuvieron su mayor crecimiento desde 1981, impulsados por los costos de la vivienda, gasolina y alimentos.
La guerra provocó un repunte en los precios de la energía desde entonces, aunque en los últimos días retrocedieron por el temor que genera un probable cierre relacionado con la pandemia en China y esto reduzca la demanda.
Los costos de bienes procesados reflejan que los precios de la producción subieron 2,1% en comparación con el mes de febrero.
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