La decisión de nacionalizar la industria del litio genera preocupación sobre el suministro para los fabricantes de automóviles a nivel mundial, que enfrentan una fuerte escasez de materiales para producir baterías, y podría generar nuevas fuentes del metal.
El presidente Gabriel Boric, anunció la intención de crear una empresa estatal para controlar esta industria. Chile tiene las reservas de este metal más grande del mundo y representa un 30 por ciento de la producción mundial.
Aunque hay empresas que trabajan en baterías de iones que podrían ofrecer una alternativa para los vehículos eléctricos, la industria automovilística dependerá del litio para sus baterías.
La mayoría de ejecutivos de este sector advirtieron sobre una posible crisis en la cadena de suministro a mediados de la década, debido que los fabricantes de autos planean gastar cerca de 1,2 billones para 2030 en su afán por desarrollar y producir millones de vehículos eléctricos.
El sector automotriz busca nuevos suministros dentro de Estados Unidos, Europa y África. La medida de nacionalizar la industria del litio va en linea con la tendencia de países que esperan controlar de forma más estricta este recurso.
Varias desarrollan baterías para vehículos eléctricos con electrodos de silicio, que tendría una mayor autonomía y pueden cargarse más rápido, pero el 70 por ciento de todo el grafito está ubicado en China. Chile puede tener una ventaja sobre otros países que aspiran a desarrollar sus propios suministros de litio.
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