La Unión Europea acordó 1.500 millones de dólares en ganancias de los activos congelados de Rusia para armas y otra ayuda a Ucrania, un plan que Hungría acusa como violación descarada de las reglas para eludir sus objeciones.
La región había decidido en mayo usar las ganancias de los activos congelados para ayudar a Ucrania, con un 90 por ciento de los fondos destinados a ayuda militar. Pero Hungría retraso la aprobación.
Hungría mantiene relaciones con Moscú y no entregó armas a Ucrania, criticando a otros miembros de la Unión Europea y la OTAN por hacerlo, diciendo que alimentan la guerra.
En reunión de ministros de la Unión Europea, el máximo responsable de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo que la unanimidad para las decisiones no era necesaria debido que Hungría opta por no participar en las decisiones que sustentaban este plan.
Con un primer tramo de los ingresos congelados por 1.500 millones de dólares que vence antes de finalizar junio, la Unión Europea explora las formas para sortear las objeciones de Hungría y garantizar que el dinero llegue rápidamente a Ucrania.
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