Volkswagen, anunció la reestructuración de su actividad en la que no descarta cerrar sus fábricas en Alemania para enfrentar la situación extremadamente tensa. Alemania pierde cada vez más terreno en términos de competitividad, según la empresa que no descarta cerrar sus fábricas en sitios de producción de vehículos y de componentes.
La decisión sería un plan inédito desde 1988, cuando Volkswagen cerró Westmoreland, en Estados Unidos. Pero, el grupo nunca clausuró ninguna de sus instalaciones en 87 años de historia.
Con la decisión, la empresa abre la posibilidad a despidos, que van en contra del acuerdo de 1994 que garantiza empleos hasta 2029, debido que considera que las salidas voluntarias o por jubilación no serían suficientes.
Volkswagen se ve perjudicado por la caída de las ventas, la debilidad del sector automotriz y la creciente competencia provenientes de empresas chinas, son un obstáculo para la empresa alemana.
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