La venta por parte de Shell sobre su participación en la refinería Schwedt en Alemania se está retrasando por demandas pendientes, lo que paraliza la desinversión que la compañía espera durante años.
El acuerdo se complica debido que Alemania despojó al propietario mayoritario de Schwedt, Rosneft, de su control, pero no de las acciones, tras la ruptura entre Berlín y Moscú por la incursión de Rusia en suelo ucraniano en 2022.
Se esperaba que la venta por parte de Shell de la participación del 37,5 por ciento al Grupo Prax se cerraría durante el primer semestre de 2024, pero la finalización está pendiente.
El retraso se debe a las demandas pendientes, incluida la de Rosneft para evitar la venta a Prax, un esfuerzo que un tribunal en Alemania señaló que tenían pocas posibilidades de éxito.
Shell lleva años tratando de deshacerse de su participación en la refinería, que suministra cerca del 90 por ciento del combustible de Berlín y esperaba venderla al grupo Alcmene, en 2021, en un acuerdo que Rosneft rechazó.
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