El gobierno de Japón aprobó un paquete de estímulo económico por 140.000 millones de dólares para reforzar el poder adquisitivo de los consumidores ante la inflación, con el que espera impulsar el crecimiento.
El conjunto de medidas debe ser aprobado por el Parlamento, donde el gobierno del primer ministro, Shigeru Ishiba, no tiene la mayoría. En las elecciones legislativas, el Partido Liberal de Ishiba registró su peor resultado en 15 años perdiendo la mayoría parlamentaria.
El programa de estímulo incluye subvenciones de 194 dólares para el sector energético, ayudas directas a los hogares y ajustes fiscales, al igual que una ayuda a las pequeñas empresas.
El impacto global del proyecto se estima cerca de 250.000 millones de dólares al incluir préstamos e inversiones dentro del sector privado. Todo se financiará con inversión pública, lo que requerirá una aprobación antes de finales de diciembre.
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