La caída del peso y la inflación cada vez más incontrolable pusieron a prueba el sistema económico y financiero de nuestro país y complicando mucho los planes del presidente Gabriel Boric para impulsar el proyecto de reforma tributaria que busca financiar varios programas sociales.
El peso retrocedió hasta 15% en junio, alcanzando por poco tiempo los 1.000 pesos por dólar por primera vez en nuestra historia, un acontecimiento que encendió todas las alarmas. Mientras que la inflación anual está en 12,5% para el mes junio, la más alta en los últimos 30 años.
Mario Marcel detalló a la prensa extranjera que el modelo esta orientado al mercado y al tipo de cambio de flotación libre, aunque la moneda podría ser más volátil, no reflejará necesariamente tensiones mayores.
La economía en el mundo enfrenta un riesgo cada vez mayor sobre una probable recesión, y los temores sobre una desaceleración en la demanda China hacen que el precio del cobre retroceda desde máximos recientes.
Mientras que la invasión de Ucrania genera temores sobre el suministro de granos y energía, elevando la inflación que sacude al mundo, debido que el aumento en los precios de los alimentos y gas perjudica y aviva los problemas del mundo.
La agitación económica llega en un momento en el que el gobierno intenta impulsar el proyecto de ley de reforma fiscal que tiene como objetivo recaudar 4,1 puntos del PIB en los próximos cuatro años mediante aumentos de impuestos a los que más ganan y regalía minera.
Boric manifestó que el retroceso de la moneda es preocupante, y atribuyó la caída al debilitamiento de los precios del cobre, como a la incertidumbre sobre la nueva constitución planificada.
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