Estados Unidos y talibanes intercambiaron propuestas para liberar miles de millones de dólares de reservas del banco central afgano que están en el extranjero en un fondo fiduciario, lo que sugiere un progreso en las conversaciones para aliviar la crisis económica de Afganistán.
Sin embargo, siguen existiendo diferencias entre ambas partes, como la negativa de los talibanes a sustituir cargos políticos del banco central afgano, que están sometido a sanciones por parte de Estados Unidos, al igual que varios de los líderes del movimiento.
Expertos consideran que la medida ayudaría a restablecer la confianza en el banco central, al aislarla de las interferencias del grupo islamista que tomó el poder, formando un Gobierno que muchos países no reconocen hasta la fecha.
La liberación de dinero no resolvería todos los problemas financieros, pero supondría un alivio, en la persistente sequía y el último terremoto que dejó más de 1.000 personas fallecidas. Estados Unidos mantiene conversaciones con Suiza sobre la creación de un mecanismo que incluiría el fondo fiduciario, cuyos desembolsos sería decidido por una junta internacional.
Las negociaciones se centraron en un primer desembolso de 3.500 millones de dólares que Biden, ordenó reservar, de un total de 7.000 millones de dólares que posee la Reserva Federal de Nueva York.
Los otros 3.500 millones estarían vinculados a juicios contra talibanes derivados de los atentados del 11 de septiembre de 200, pero tribunales estadounidenses podrían decidir liberar estos fondos igualmente.
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