Donald Trump regresará a la Casa Blanca con la economía preparándose para un viraje salvaje. El presidente electo prometió imponer aranceles sobre todas las importaciones de Estados Unidos y una mayor deportación de inmigrantes.
El nuevo presidente de Estados Unidos prometió recortes fiscales radicales. Su capacidad para cumplirlas puede depender del resultado de la contienda en la Cámara de Representantes, incluso cuando los republicanos ganaron el Senado.
Los aranceles de Donald Trump tendría un mayor impacto sobre la economía de Estados Unidos, según el mercado. En su primer mandato promulgó aranceles sobre unos 380.000 millones de dólares en importaciones. Ahora promete medidas más amplias, entre ellas un arancel entre 10 y 20 por ciento sobre todos los bienes importados y del 60 por ciento para los productos chinos.
La mayoría de expertos creen que la inflación aumentará como respuesta a la imposición de aranceles, debido que los consumidores pagarán mayores costos que serán traspasados por los importadores que pagan los aranceles.
Este escenario colocaría a la Reserva Federal en una posición de querer elevar las tasas de interés para combatir los altos costos, pero también podría recortarlas para prevenir el riesgo de una recesión.
La amenaza de deportar a millones de inmigrantes es otra fuente de incertidumbre para muchos economistas, debido que reduciría la oferta de mano de obra para las empresas que tienen dificultades para contratar personal.
Las deportaciones de inmigrantes contraería la economía cerca de 3 por ciento antes de las próximas elecciones de 2028, mientras que una caída en la demanda derivada de una menor población haría bajar los precios.
El impacto sería más duro en sectores como construcción, entretenimiento y hostelería. Muchos expertos dudan de que las deportaciones sean factibles. Planteado utilizar el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas para llevar a cabo un plan, que probablemente enfrentaría a recursos judiciales.
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