El Servicio Federal de Seguridad de Rusia descubrió una operación de espionaje desde Estados Unidos que comprometió a los teléfonos producidos por Apple, usando un sofisticado software de vigilancia.
Kaspersky señaló que miles de dispositivos iPhones de sus empleados fueron comprometidos en el espionaje, señalando que habían sido infectados, inclusos la comunicación de diplomáticos extranjeros con sede en Rusia.
El servicio de Seguridad mencionó que el complot existió una estrecha cooperación entre Apple y la Agencia de Seguridad Nacional, responsable de realizar inteligencia y seguridad criptográfica.
Estados Unidos es una de las potencias cibernéticas más importante del mundo en términos de capacidad, el Kremlin y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia calificaron como importante el asunto.
Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, dijo que los funcionarios de la administración presidencial sabían que los iPhones eran transparentes, agregando que usarlos para fines oficiales era inaceptable y estaba prohibido.
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